Técnicas de Exploración Radiológica

CÁNCER DE PULMÓN

Supone la primera causa de muerte por cáncer en ambos sexos en nuestro medio y  su  frecuencia va  en  aumento.  La máxima incidencia se da entre los 55 y los 65 años. En el momento del diagnóstico solo un 20% tiene la enfermedad localizada, y aún así, su pronóstico es bastante desfavorable.

Tipos Celulares: Epidermoide (escamoso)

Era el más frecuente pero en la última década a disminuido su frecuencia a favor del adenocarcinoma. Se asocia con el hábito de fumar. Su origen está en los bronquios centrales, por lo que se puede detectar en el esputo. Su localización predominante es CENTRAL, y con extensión endobronquial. Es el tipo celular que más frecuentemente cavita, y por el contrario es el que menos metastatiza. Un tipo especial de tumor de presentación periférica (tumor de Pancoast) frecuentemente es de tipo epidermoide.

 Adenocarcinoma

Es el más frecuente en la actualidad. Aunque  puede  tener  relación  con  el tabaco, es el tumor que aparece con más frecuencia en los no fumadores. Su origen no es la pared bronquial por lo que no se detecta precozmente en el esputo. Su localización es preferentemente periférica (es el típico nódulo pulmonar solitario).

Metastatiza muy fácilmente. Entre las variedades se encuentran el acinar, papilar, mucoide y bronquialveolar.

 

De Células Grandes:

Su diagnóstico se realiza por exclusión del resto de los tipos celulares. Se relaciona con el tabaco. Metastatiza con rapidez y es más agresivo que el adenocarcinoma. Su presentación es periférica y cavita.

 De Células Pequeñas (microcítico):

Es el más agresivo de todos ellos y su tratamiento en principio es diferente (quimioterapia). Su simple diagnóstico implica ya un estadio IV. Responde bien a la QT pero recidiva sistemáticamente. Una de sus variedades es el «oat-cell».

 Su origen es central (diagnóstico precoz en esputo es posible). No suele extenderse por vía endobronquial. Forma grandes masas tumorales y muchas adenopatías así mismo voluminosas. Es el tumor que más frecuentemente produce el síndrome de la vena cava superior. Es un tumor considerado como neuroendocrino por producción de determinadas hormonas. En el momento del diagnóstico suelen ya detectarse metástasis óseas (50%) o cerebrales (10%).

 

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