Procesado y tratamiento de la imagen radiológica

Introducción al estudio de la imagen radiológica

La imagen médica se puede definir como una representación de la distribución espacial de una o más propiedades físicas o químicas dentro del cuerpo humano.
Existen dos parámetros de la imagen de especial interés: el contraste y la resolución.

El contraste determina qué es lo que se ve en la imagen. La resolución espacial nos indica el grado de detalle con que se representa la información.

Las imágenes médicas también pueden contener datos erróneos que distorsionan la información diagnóstica. Esa información no deseada se llama ruido y/o artefacto

El objetivo fundamental del Servicio de Imagen para el Diagnóstico es la obtención de imágenes de suficiente calidad como para poder establecer el diagnóstico de la enfermedad que afecta al paciente. Para conseguir estas imágenes diagnósticas y según la zona o aparato del organismo que se vaya a investigar, pueden utilizarse distintos equipos que manejan tipos de energías diferentes.

Algunas de las energías utilizadas para la obtención de la imagen son radiaciones ionizantes, como ocurre en el caso de las técnicas que emplean rayos X y radioisótopos. Es estos casos es importante no olvidar la posibilidad de producir lesiones biológicas que implica su uso, por lo que se obtendrán utilizando siempre las menores dosis compatibles con una suficiente calidad diagnóstica.

Las imágenes pueden conseguirse utilizando distintos equipos que funcionan con diferentes formas de energía, así podemos clasificar las imágenes en:

  • Según la energía con la que se obtienen:
    • Imágenes obtenidas mediante el uso de los Rayos X:
      • Radiografía convencional y digital
      • Fluoroscopia convencional y digital: Angiografía digital por sustracción (ADS)
      • Tomografía computadorizada (TC)
    • Imágenes obtenidas mediante el uso de Campos Magnéticos y Ondas de Radiofrecuencia:
      • Resonancia Magnética (RM)
      • Electroencefalografía por potenciales evocados (E.E.G.)
      • Magneto-encefalografía (M.E.G.)
    • Imágenes obtenidas mediante el uso de Ultrasonidos:
      • Ecografía
      • Eco-Doppler
    • Imágenes obtenidas mediante el uso de Radioisótopos (Medicina Nuclear):
      • Gammagrafía
      • Tomografía computerizada por emisión de fotón único (S.P.E.C.T.)
      • Tomografía de emisión de positrones (P.E.T.)
    • Según el modo en el que la energía llega al sistema de imagen:
      • Imágenes de transmisión de energía: radiografía, TC…
      • Imágenes de emisión de energía: PET, gammagrafía…
      • Imágenes de reflexión de energía: ecografía, RM…

Es muy frecuente clasificar las modalidades de imagen médica en morfológicas (o estructurales) y funcionales. Las morfológicas se caracterizan por producir imágenes de muy buena resolución, que permiten una representación muy detallada de la anatomía del paciente.

Las funcionales, en cambio, se caracterizan por aportar información sobre el funcionamiento de los diferentes órganos o sistemas (metabolismo, perfusión sanguínea, capacidad para almacenar ciertas sustancias, etc.).

Otra característica importante de las imágenes médicas deriva de su capacidad para separar objetos que se hallan a diferentes profundidades. Se llaman imágenes proyectivas o planares aquéllas que representan la suma de todas las estructuras del objeto, proyectadas sobre una superficie bidimensional. Por el contrario, cuando el método de imagen es capaz de separar diferentes planos, (“cortar la muestra en rodajas”), cada uno de los cuales se representa en una imagen
bidimensional, obtenemos una imagen tomográfica. La imagen tomográfica crea menos problemas de superposición de objetos facilitando enormemente su interpretación.