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UNIDADES DE RADIOLOGÍA CONVENCIONAL – Parte VII

Normas de trabajo en un servicio de Radiología convencional

Como la finalidad de las exploraciones radiológicas es la de obtener una imagen de buena calidad de las estructuras internas del cuerpo humano en un soporte fijo y perdurable que sea útil para el diagnóstico radiológico y posterior tratamiento del paciente se recomienda:
 Leer y examinar detenidamente la petición del estudio radiográfico: comprobando que el volante contiene todos los datos de identificación del paciente (nombre y dos apellidos, edad, nº de historia, si hospitalizado ver también nº cama), resumen datos clínicos y diagnóstico probable y por último las proyecciones que el médico sugiere realizar.
 Llamar al paciente por su nombre y dos apellidos. Comprobar cuando el enfermo esté en la sala los datos de identificación
 Infundirle confianza: para el buen desarrollo del estudio es preciso que el paciente se encuentre lo más cómodo posible en el ambiente de la sala radiográfica.
Importante es la buena comunicación TID-paciente, explicando el tipo de radiografía que se le va a hacer y proporcionándole las instrucciones necesarias
 Preparación del paciente en la cabina: proporcionar las prendas adecuadas al tipo de exploración (camisón o bata sin costuras y desechable si es posible), dónde dejar sus objetos personales y qué prendas debe quitarse

Elección de los datos de exposición, tipo y tamaño del chasis y letra de identificación, preferiblemente antes de que el paciente asuma la posición adecuada para el estudio
 Posicionar adecuadamente al paciente
 Centrado y colimación: asegurarnos que el centrado de la proyección es correcto, supervisando al menos dos veces la colocación del tubo, del paciente y del chasis.
Esto es muy importante para evitar repeticiones y también como medida de protección radiológica se debe efectuar un perfecto colimado de la estructura dentro de la placa
 Instrucciones sobre la respiración: explicar claramente cómo debe ser la respiración, cuándo debe dejar de respirar…haciéndole ver la importancia de permanecer inmóvil
 Efectuar la exposición
 Procesar la radiografía
 Rotulación e identificación de la placa (nombre, apellidos, nº de cama, nº historia, centro dónde se efectúa la exploración y fecha)
 Examen de calidad y control: tras el revelado de la placa y un detenido examen en el negatoscopio se decide si la radiografía es válida para el diagnóstico radiológico
 Diagnóstico radiológico: lo realiza el radiólogo aunque el TID debe de estar siempre a disposición del facultativo para comentar las posibles incidencias durante la obtención de la imagen

Recomendaciones técnicas:

  • Colimar lo más que se pueda
  • Cálculo del tamaño de la estructura y del chasis
  • Evitar repeticiones:
    • Posiciones correctas
    • Datos de exposición adecuados
    • Tipo de pantallas de refuerzo
    • Estructura anatómica
    • Valoración del paciente real
    • Inmovilización conveniente
  • Si se usan equipos móviles: uso del delantal plomado, a dos metros de distancia del tubo de rayos X en el momento del disparo
  • Nunca sujetar al paciente, pero si es absolutamente necesario lo haremos equipados con guantes y delantales plomados
  • Adaptar los datos de exposición pensando en la distancia foco-película

NORMAS DE TRABAJO EN LAS SALAS DE RADIOGRAFÍA
 Antes de empezar la exploración, cerrar las puertas

  • No dirigir el haz directo hacia las ventanas, ni al puesto de control, ni a la cámara oscura
  •  Durante la exposición, todo el personal debe permanecer en zona protegida (blindaje estructural)
  •  Colimar el campo radiográfico al mínimo y emplear los protectores de gónadas, cuando sea necesario y posible
  •  No debe haber pacientes en la sala mientras se explora a otro
  •  Cuando sea necesario sostener un chasis, emplear dispositivos mecánicos
  •  Si es imprescindible sujetar al paciente durante la exploración, se utilizará delantal protector y guantes plomados:
    • Permanecer fuera del haz directo y lo más apartado del tubo que sea posible
    • Se debe anotar en el registro de incidencias los datos
  • Distancia foco-piel nunca inferior a 45 cm

NORMAS DE TRABAJO CON EQUIPOS MÓVILES

  •  No dirigir el haz hacia otra persona que no sea el paciente
  •  Durante el disparo, el personal debe mantenerse alejado del paciente (al menos dos metros) y llevar delantal plomado
  •  Colimar el campo radiográfico al mínimo y emplear los protectores de gónadas, cuando sea necesario y posible
  •  Utilizar dispositivos de centrado y distanciadores
  •  Llevar el dosímetro puesto
  •  Si es imprescindible que alguien sujete al paciente o al chasis:
    • Permanecerá fuera del haz directo y lo más apartado del tubo y del paciente que sea posible
    • Se debe anotar en el registro de incidencias los datos (nombre, fecha, número de disparos, técnica y datos radiográficos)

NORMAS BÁSICAS DE TRABAJO APLICABLES A LAS SALAS DE RADIOSCOPIA Y RADIOGRAFÍA

  •  Durante la radioscopia, sólo estará en el interior de la sala el personal imprescindible
  •  Si no hay intensificador, el observador debe acomodar la visión a la oscuridad antes de comenzar la exploración
  •  No se debe pulsar el pedal de escopia salvo cuando se necesita información (radioscopia discontinua)
  •  Se recomienda encarecidamente el uso del intensificador de imagen
  •  La disposición de tubo arriba e intensificador abajo produce más radiación dispersa
  •  Antes de explorar, cerrar las puertas blindadas
  •  El personal que permanezca en la sala deberá llevar delantal plomado y acercarse al paciente y al tubo sólo lo imprescindible
  •  No debe haber pacientes en la sala mientras se explora a otro
  •  No dirigir el haz directo hacia las ventanas, ni al puesto de control, ni a la cámara oscura
  •  Cerrar el diafragma o el colimador al mínimo del campo exploratorio, emplear protectores de gónadas cuando sea necesario y posible
  •  La distancia foco-piel nunca será inferior a 30 cm. en radioscopia (con tubo abajo), recomendable mayor de 45 cm.
  •  Si es necesario poner las manos en el haz directo, utilizar guantes protectores.
  • Siempre que sea posible usar la memorización de imágenes.
  •  Llevar el dosímetro puesto
  •  Si es imprescindible que alguien sujete al paciente o al chasis:
    • Permanecerá fuera del haz directo y lo más apartado del tubo y del paciente que sea posible
    • Se debe anotar en el registro de incidencias los datos (nombre, fecha, número de disparos, técnica y datos radiográficos)
       Si en determinadas exploraciones hay riesgo de que ciertas partes del cuerpo reciban más dosis que el resto, y esta diferencia sea significativa (cristalino, manos), debe disponerse (además del dosímetro habitual que irá detrás del delantal) de otro u otros dosímetros representativos de esas zonas especialmente expuestas